Conocimientos Importantes Sobre Inteligencia Emocional

Nuestras emociones se integran en el sistema nervioso en forma de tendencias automáticas.
Es así, que nuestras decisiones y nuestras acciones dependen tanto de nuestros sentimientos como de nuestros pensamientos.
El modelo de la IE afirma que tenemos por un lado una mente racional, que es la capacidad consciente de pensar, deliberar y reflexionar, y por otro lado una mente emocional que es más impulsiva e influyente que la mente racional.
Y es que la Inteligencia Académica o Coeficiente Intelectual, tiene poco que ver con la vida emocional.
Así personas con un buen CI no saben ser buenos timoneles de su vida y zozobran en los escollos de sus pasiones e impulsos.
Esto ha conducido durante varias décadas, a la suposición de que la gente es inteligente o no lo es, pues la inteligencia es una facultad innata y poco se puede hacer para cambiar las cosas.
Frente a la opinión de que ni la experiencia ni la educación pueden modificar los resultados del CI, el modelo de la IE trata de  mostrar que si sabemos educar a nuestros hijos y motivar a los niños, éstos son capaces de desarrollar las habilidades emocionales fundamentales.

El Desarrollo De Las Habilidades Emocionales
No nos dice nada acerca de su forma de reaccionar ante las vicisitudes de la vida.
Pero mientras continúe dándose un estilo educativo sólo para preparar profesores universitarios o científicos, ajustándolo a un molde estrecho y preconcebido, continuaremos gastando energías clasificando a los niños y difícilmente aprenderán a cultivar sus habilidades emocionales.
El psicólogo de la Universidad de Havard, H. Gardner, fue uno de los primeros que señaló
las limitaciones del Coeficiente Intelectual (CI).
Frente a la concepción reductiva de la inteligencia, Gardner introduce la concepción de Inteligencia Múltiple, que se manifiesta en una diversidad de capacidades, como son las de comprender y sintonizar con los demás, descubrir las cosas que les motivan, saber como trabajan, cual es la mejor forma de cooperar con ellos, etc.
La IE, considera que la concepción multidimensional de la inteligencia, nos ofrece una visión más rica del potencial de nuestras capacidades que la que ofrece el CI.
El significado de Inteligencia Múltiple ha ido evolucionando, y cada vez hay más psicólogos que adoptan las conclusiones de Gardner.
Pero el modelo de la IE, señala que la atención del psicólogo no se debe centrar solamente en el conocimiento de los sentimientos, sino también en el papel que desempeñan tales sentimientos, pues el mundo de las emociones se extiende más allá de su simple conocimiento cognitivo.
Las personas que muestran una buena competencia emocional, disfrutan de una situación ventajosa en los diversos dominios y dimensiones de la vida, por ello se sienten más satisfechos consigo mismo y resultan más eficaces en las tareas que emprenden. Por tanto el vasto y complejo continente de la vida emocional que afecta a los diversos estados de nuestra vida interior y de nuestras relaciones sociales, debe ser explorado con la finalidad de que nuestras emociones sean más inteligentes.

Conocerse a sí mismo
Otro aspecto que subraya la IE, es la capacidad de conocimiento de uno mismo.
El fruto del propio conocimiento nos capacita para establecer contacto con los propios sentimientos, diferenciarlos entre ellos con objeto de orientar nuestra conducta.
Esta capacidad de reconocer nuestros sentimientos es la piedra angular de la IE. Su verificación se obtiene mediante la introspección subjetiva que nos permite seguir con atención nuestros sentimientos. Las personas que poseen una mayor comprensión y una más clara certeza de sus emociones saben dirigir mejor sus propias vidas.
La conciencia de uno mismo es una habilidad que nos permite controlar nuestros sentimientos y adecuarlos a las circunstancias del momento. Hay que tener la habilidad para saber tranquilizarse y desembarazarse de la ansiedad, de la tristeza o la irritabilidad. Las personas que carecen de estas habilidad, se enfrentan constantemente con tensiones desagradables que desestabilizan y atormentan su estado interior. Quienes tienen esta habilidad se recuperan más rápido de los reveses de la vida.
El autocontrol emocional nos da la capacidad de demorar la gratificación momentánea y sofocar la agresiva impulsividad. Este dominio y gobierno propio nos hace más productivos y eficaces en las empresas que acometemos.
La psicología moderna está comenzando a tomar en consideración todo el potencial de las emociones con su bagaje de virtudes y peligros. La fría lógica no es suficiente a la hora de encontrar una solución humana adecuada.
Cualquier ser humano, por duro y distante que quiera mostrase, anhela el calor del afecto y la amistad.
Los sentimientos es lo que pone más de manifiesto el significado de nuestra humanidad.
Si falta el sentido lírico de los sentimientos, se podrá componer música o escribir poesía con un alto grado técnico, pero quedará soslayada la vital experiencia de la pasión.
Una fría visión racionalista, desconoce los valores del corazón; la esperanza la fe y el amor.
Dado que las emociones nos enriquecen, cualquier modelo de la mente que las margine, será un modelo parcial y empobrecedor.
En la práctica de la vida ocurre que personas con un elevado CI, pero con escasa Inteligencia Emocional (IE), están subordinadas a personas con menos CI.
En nuestra vida cotidiana es decisiva la inteligencia intrapersonal para acertar en la pareja o en el puesto de trabajo.

El ‘Feeling’ de La Empatía
Otra habilidad importante señalada por la IE es la Empatía, definida como la posesión de sensibilidad psíquica para detectar las señales externas que nos indican lo que necesitan o quieren los demás.
Esta habilidad emocional es esencial para las relaciones sociales y el mundo laboral.
El arte para comprender las peculiaridades singulares de nuestros semejantes es una habilidad idónea para el liderazgo y la eficacia en los contactos interpersonales.
De forma similar, el sentido del altruismo o interés del prójimo que nos rodea, radica en la empatía o habilidad para comprender sus emociones.
Hay quien es diestro para controlar sus propios sentimientos, pero en cambio es inepto para adivinar los trastornos emocionales ajenos. Las lagunas de nuestra habilidad emocional pueden superarse mediante el esfuerzo y el positivo interés por nuestros colaboradores.
El sustrato biológico en el que se basan nuestras habilidades emocionales es de carácter neurológico.
Pero teniendo en cuenta que el cerebro es muy plástico y adaptativo, puede asumir un continuo aprendizaje.

La Armonía entre el CI y la IE
A pesar del aparente conflicto entre el CI y la IE, lo efectivo es que no se contraponen sino que se conjugan.
Entre ambas facultades existe una evidente correlación, pues el ser humano armoniza y entrelaza el intelecto y las emociones.
No obstante, la mente emocional es más rápida que la mente racional, pues no se detiene a considerar lo que está haciendo. Su rapidez hace difícil la reflexión analítica que
es el rasgo característico de la mente pensante.
Las acciones que brotan de la mente emocional, al ser más o menos irreflexivas, conllevan una sensación de certeza y de simplificación en el modo de ver las cosas, que deja perpleja a la mente racional.
En ocasiones nos preguntamos después de actuar emocionalmente: ¿por qué he hecho esto o me he conducido de este modo?, como expresión de que la mente racional se activa a una velocidad más lenta que la mente emocional.
El tiempo que transcurre entre el estímulo que activa una emoción y la erupción de la misma es casi instantáneo, su valoración se mide en pocos segundos.
La necesidad de actuar al ser automática apenas informa a la conciencia despierta.
La respuesta emocional a menudo tiene lugar antes de que sepamos claramente que está ocurriendo.
Cuando las emociones son intensas y breves influyen en nuestro estado fisiológico (flujo sanguíneo, ritmo cardíaco, musculatura facial, etc.)

La Espontaneidad De Las Emociones
La IE señala que la mayor rapidez de la mente emocional respecto de la mente racional, determina que los primeros impulsos procedan más del corazón que de la cabeza.
No obstante hay otro tipo de reacciones emocionales que son simultáneas con los pensamientos.
Otras emociones aparecen porque las evocamos intencionadamente (entristecernos por un acontecimiento pasado). Pero la mente racional no decide ¿a priori? que emociones debemos tener, sino que éstas nos invaden como un hecho inevitable y espontáneo
(no podemos decidir cuando estar enamorados, furiosos o alegres.
Lo único que la mente racional puede controlar es el curso que siguen nuestras reacciones.
La mente emocional al ser poco reflexiva, asume las propias opiniones como verdades absolutas.
Por eso, tiende a rechazar con actitud visceral las opiniones ajenas. Esto explica lo difícil que resulta razonar con alguien que es muy sentimental, pues deja de lado la lógica los argumentos que no se ajustan a su convicción.
Múltiples actividades humanas hablan directamente a la mente emocional, como es el caso del arte (novelas, películas, poesía, canciones, teatro..etc) Los grandes líderes saben movilizar los corazones hablando el lenguaje y la lógica de la emoción.

Prof. Guillermo Guccione