El Poder de la Atención

Si dirigimos nuestra atención hacia situaciones y emociones negativas, estas crecerán en nuestra mente.

A lo que no se le presta atención no crece. cuando sintonizamos la atención apropiadamente, sin excitación y sin esfuerzo, entonces la conciencia de uno mismo florece, simplemente.

Se abre un canal por el cual el cerebro puede proporcionarle al cuerpo lo que necesita.

Cuando estamos en un estado de atención tranquila no pueden existir sentimientos de ira, miedo, ambición, culpa, intolerancia, ansiedad, depresión.

A todo lo que le prestemos atención crecerá, sea bueno o malo.

Es muy bueno tener metas u objetivos, son motivos para vivir, un proyecto, una profesión, una familia, son incentivos que le dan vitalidad al cuerpo, y se regenera rapidamente la energía perdida.

A un estado de atención elevada las circunstancias no lo agitan, y es la calma que nos acerca a la sabiduría.

Nuestra naturaleza de obrar o reaccionar mecánicamente nos mantiene desatentos.

Prof. Guillermo Guccione