Existen muchas personas que guardan, en su más profunda interioridad, recuerdos de hechos, sucesos o acontecimientos negativos del pasado, con las consecuentes cargas de resentimientos, rencores, deseos de venganza y odios que ello trae aparejado.
Sabido es que no hay nada más malo y dañino para nuestra salud que guardar dichas cargas emocionales dentro nuestro; ellas son, por lo general, la causa de infinidad de enfermedades psicosomáticas que inevitablemente se habrán de manifestar con el transcurrir del tiempo.
Respecto de nuestro pasado, tan sólo guardamos dos cosas: los recuerdos de los momentos vividos, que yacen en nuestra memoria y por ende es imposible borrarlos; y las cargas que esos recuerdos nos dejaron en cada uno de sus respectivos momentos.
Tal como decíamos anteriormente, los recuerdos yacen en nuestra memoria y, es obvio, que no pueden ser borrados; pero las cargas energéticas, emocionales o sentimentales que esos recuerdos nos dejaron, esas sí pueden ser liberadas, a efectos de vivir un presente mejor, más digno y más libre; de manera tal que los recuerdos que aun perduren en nuestra memoria, queden vacíos de contenido y ya no puedan afectarnos.
En consecuencia, para poder ser plenamente libres en el presente, es necesario eliminar todas las cargas negativas del pasado.
Prof. Guillermo Guccione